Prefiero caminar sobre pasto que sobre concreto.

Los humanos llevamos más tiempo siendo vagabundos que personas establecidas. Creo que mientras estoy al “aire LIBRE” me siento más cómoda. La relación con lo natural, el entorno, los recorridos, los ecosistemas, los sonidos, los olores y sensaciones son mucho más provocadoras que cuando te limitas a vivir en lo artificial.

Hay que salir, caminar, observar, pensar, entender, criticar (de una manera consciente y positiva) y así poco a poco ir digiriendo de que se trata esta vida y en qué punto está el mundo en el que vivimos. Claro que, después de hacer todo eso hay que sentarse un rato y escribir, sacar todo lo que metimos a nuestras cabeza, imágenes, caras, textos y así poder formar una opinión o por lo menos decidir qué vamos a hacer y que camino vamos a tomar.